Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)
25/02/2016

A las 18:30 (hora pakistaní) Alex Txikon acaba de contactar con CB para contarnos que los cuatro se encuentran ya hidratando y descansando dentro de sus sacos de dormir en el C4 (7.200m).
Aunque parece que las condiciones óptimas en cuanto a la velocidad del viento (no más de 5–10 km/h) llegarán a partir de la noche del 26 y se mantendrán durante todo el día 27, esperar hasta entonces supondría pasar una noche ‘extra’ por encima de los 7.000m. Así que, a pesar de que esta madrugada y también mañana por la mañana el viento soplará todavía entorno a los 35 km/h y desde el Noroeste –desde el propio valle Diamir, por lo que el trapecio cimero del Nanga NO los protegerá–, los cuatro integrantes de la cordada internacional han decidido, tras debatirlo, que se lanzarán hacia la cumbre a partir de las 5:30–6:00 de la mañana (hora pakistaní) para evitar así exponerse a temperaturas extremadamente bajas.

A las 8:00 de la mañana llegaba la primera llamada desde el C3 (6.700m). Alex Txikon nos confirmaba que todo había ido bien durante la noche, que han acusado el frío pero que las sensaciones han sido muy buenas. Hemos recibido la noticia con gran alegría, puesto que se trataba de la primera noche que todos ellos pasaban a esta altura (6.700m), clave. Se disponían a desayunar para, seguidamente, acompañados por el sol, arrancar hacia el C4 (7.200m).

Lo han hecho en dos grupos diferenciados. Ali Sadpara y Simone Moro han partido primero, mientras que Alex Txikon y Tamara Lunger se han encargado de desmontar la tienda y cargar con el resto de material necesario para el C4 (7.200m) antes de salir –serían ya cerca de las 10:30 (hora pakistaní)–.

A diferencia de jornadas anteriores en las que el hielo y el siempre complicado terreno mixto han sido protagonistas, la etapa de hoy ha transcurrido en su totalidad sobre nieve; nieve además “durita” –comentaba Txikon– que ha contribuido al rápido avance de los cuatro escaladores a lo largo de las empinadas cuestas, superando en seis horas los 500 metros de desnivel y la larga distancia que separa el C3 del C4.

Habían adelantado algo de trabajo ayer: nada más alcanzar los 6.700m (C3), Alex Txikon y Simone Moro se dispusieron a preparar a golpe de piolet la plataforma sobre la que después montarían la tienda. Pusieron todo a punto dentro, derritieron nieve… Mientras tanto, Ali Sadpara y Tamara Lunger se encargaron de equipar los primeros 160 metros de la “interminable” rampa sobre el C3, algo que, sin duda, el equipo ha agradecido hoy.

Cuando eran cerca de la 13:00 del mediodía, a través de los prismáticos hemos podido apreciar cómo dirigían sus pasos ya hacia el Oeste, para encaramarse a la arista que da paso al inmenso plató –la cuenca Bazhin– en el que se encuentra el C4 (7.200m), no visible desde el Campo Base.

A las 16:30 contactaban de nuevo, “estamos cavando la repisa”; y dos horas más tarde ya se encontraban dentro de sus sacos, hidratando y descansando para la larga jornada que les espera.

Aunque parece que las condiciones óptimas en cuanto a la velocidad del viento (no más de 5–10 km/h) llegarán a partir de la noche del 26 y se mantendrán durante todo el día 27, esperar hasta entonces supondría tener que pasar una noche más por encima de los 7.000m. Así que, a pesar de que esta madrugada y también mañana por la mañana el viento soplará todavía entorno a los 35 km/h y desde el Noroeste –desde el propio valle Diamir, por lo que el trapecio cimero del Nanga NO los protegerá–, los cuatro integrantes de la cordada internacional han decidido, tras debatirlo, que se lanzarán hacia la cumbre a partir de las 5:00–6:30 de la mañana evitando así exponerse a temperaturas excesivamente bajas.