Desde el C3 del Everest le mando toda mi fuerza a Carlos Rubio, gran compañero y amigo, que ha tenido que ser evacuado a un hospital de Kathmandu a causa de un proceso inflamatorio pulmonar. Se encuentra estable y me consta que está bien, pero desde aquí le echamos mucho de menos, puesto que ha trabajado como un campeón y estoy realmente orgulloso de él. Mañana intentaremos equipar hasta C4, con toda la fuerza que él nos ha transmitido. En definitiva, sin ti Carlos, este sueño no sería posible.
Por cierto, cuando le evacuaron a Carlos, con las prisas, se llevó el Racetracker en una bolsa y por eso no aparece nuestra ubicación, pero que sepáis que seguimos aquí al pie del cañón. Muchas gracias a todos y todas!